Capítulo I. "El hombre es la criatura postrera, la más absoluta, la más excelente de todas las criaturas."
El hombre debe mantener su excelencia en la Tierra pues Dios lo eligió como un compañero en la vida eterna, dejando de lado a otros seres pues hay unión entre el creador y el creado.
Capítulo II. "El fin del hombre está fuera de esta vida."
El hombre es un ser perfecto, pues fue creado a imagen y semejanza de Dios, su fin es la divinidad y ser superior a otras criaturas, es por ello que, la vida no es suficiente, tanto que, debe ser tripartita: vegetativa, animal e intelectiva. Esta última debe de ser desarrollada con ayuda de la naturaleza. Además, el hombre debe potencializar sus habilidades con el apoyo de sus sentidos.
Capítulo III. "Esta vida es tan sólo preparación de la vida eterna."
La vida actual no es más que una escuela que preparará el camino del hombre a la vida eterna. El hombre debe tener en cuenta que no importará todo lo que haga en la Tierra, no habrá un objetivo o fin. Su alma,su cuerpo, su vida y el mundo son las semillas que florecerán en la vida eterna.Capítulo IV. "Conocerse, regirse y encaminarse hacia Dios, tanto a sí propio como todas las cosas con uno mismo, son los tres grados de la preparación para la eternidad.
El fin del hombre consiste en la Bienaventuranza eterna con Dios, debe comportarse a la altura pues es la viva imagen de su creador. El hombre es una criatura racional, señora de las criaturas esto le da derecho de disponer de las demás criaturas según le convenga.
Al seguir estrechamente esta conexión con Dios, el hombre debe de tener en cuenta tres aspectos fundamentales que regirán su vida de perfección: Erudición, Virtud y Religión o Piedad.
Capítulo V. "La naturaleza ha puesto en nosotros la semilla de los elementos antedichos (erudición, virtud y religión)."
El hombre debe tomar a la Naturaleza como una Constitución, donde se le de reverencia a Dios y así asemejarse a él. El alma debe estar íntimamente relacionada con lo exterior, todo lo que este a nuestro alrededor debe ser interiorizado en nuestro cerebro, el entendimiento del hombre es ilimitado. ¿Cómo hará el hombre esto posible? Mediante el alma, los sentidos y las semillas que Dios le ha brindado (erudición, virtud y religión), ya que, a través de estos últimos el universo podrá ser entendido y todo lo oculto saldrá a la luz. Debe evitarse el ocio que corrompe al hombre llenándolo de pecado.
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